Frida Kahlo muñeca de tela

En mi pequeño taller, un espacio donde los hilos cuentan historias y cada puntada guarda un pedacito de alma, nació una muñeca que rinde homenaje a la inigualable Frida Kahlo. No es solo una muñeca de tela, es un tributo a la fuerza, la pasión y la creatividad que Frida representaba.

Recuerdo mis propios días de infancia, cuando las muñecas eran mucho más que juguetes: eran confidentes, compañeras y reflejos de los mundos que soñaba crear. Hoy, al confeccionar esta muñeca, he querido revivir ese juego que tantas puertas abre a niñas y mujeres, conectándonos con valores esenciales como la resiliencia, la empatía y el amor por lo simple.

Frida es un ícono de fortaleza y un ejemplo para muchas de nosotras, nos inspira a perseguir nuestros sueños y no rendirnos, incluso cuando la vida parece ponernos a prueba. Esta muñeca lleva consigo esa esencia, nos recuerda que siempre hay belleza en la lucha y en los momentos más difíciles.

Su vestido esta cosido a partir de telas recicladas, tiene historias que contar. Cada trazo, cada textura, guarda retazos de otras vidas, y en su transformación renace algo nuevo y lleno de significado. Sobre su cabeza, flores de colores y trenzas se entrelazan, recreando las icónicas coronas que Frida lucía como un símbolo de su vínculo con la naturaleza y su identidad.

Lo que más me conmueve son sus alas de mariposa, un guiño a las palabras de Frida: “Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?”. Esas alas no son solo un adorno, son un recordatorio de que siempre podemos levantarnos, transformarnos y encontrar belleza incluso en medio de las adversidades.

Espero que, al verla, sientas esa chispa de inspiración, esa conexión con lo esencial y ese poder de soñar que Frida nos enseñó a nunca abandonar.